Cómo no caer en las ‘trampas’ de una entrevista de trabajo

Lunes 27 de Enero del 2020

Un comentario desafortunado o una mala reacción emocional a una pregunta incómoda bastan para descartar a un candidato

Cómo no caer en las ‘trampas’ de una entrevista de trabajo

Los reclutadores suelen preparar preguntas incómodas para observar los reflejos de los candidatos (Pekic / Getty Images)  Ver Galería

Basta un comentario desafortunado en una entrevista de trabajo para que el candidato quede directamente descalificado. Los reclutadores son hábiles para detectar indicios sobre actitudes poco deseables en el desempeño de la actividad. Entre sus herramientas, cuentan con una lista de preguntas especialmente diseñadas para observar la respuesta ante circunstancias incómodas e inesperadas.

En muchas ocasiones, la verdadera atención estará en la reacción emocional, más que en la que se verbaliza. Cuestiones como: ¿por qué te despidieron? ¿cómo era la relación con tu jefe? pueden desencadenar comportamientos espontáneos, pese a que se esté preparado para ello. Y son estos, precisamente, los indicadores que pueden hacer que se encienda la luz de alarma en el entrevistador.

Un grupo de candidatos espera su turno para participar en una entrevista de trabajo. xavierarnau / Getty Images/iStockphoto

Un grupo de candidatos espera su turno para participar en una entrevista de trabajo. xavierarnau / Getty Images/iStockphoto Ampliar

Cómo salir airoso

Los cinco mandamientos

Hemos recopilado los cinco mandamientos básicos para salir airoso de las preguntas que pueden tener una segunda lectura en el momento de la verdad.

1. No mentir nunca

Por muy comprometida que sea la pregunta, mentir no es una opción. Es una de las pautas peor valoradas por los reclutadores. “Si detectas que el candidato te está engañando en algún punto, este sería un motivo de descarte. Porque si no puedes confiar en lo que te está explicando, difícilmente podrás aportar garantías de que vaya a integrarse con éxito en su siguiente cometido”, comenta Esther Carrera, Senior Director de PageGroup Barcelona.

Los reclutadores con experiencia saben detectar cuándo les están mintiendo. Getty

Los reclutadores con experiencia saben detectar cuándo les están mintiendo. Getty Ampliar

Por muy tremenda que se plantee la situación, hay que intentar darle la vuelta desde la realidad. “La soberbia y la falta de honestidad son los rasgos peor valorados por los entrevistadores”, continúa Carrera.

Tomar un tono reflexivo en lugar de uno reactivo es una de las pautas de actuación necesarias si se quiere continuar en el proceso, ya que como la experta indica: “La actitud y las habilidades sociales, es decir las ‘soft skills’, son aspectos que se valoran positivamente”.

2. Transformar debilidades en fortalezas

Buscar el lado bueno de las cosas es un ejercicio imprescindible para quienes están a punto de embarcarse en un proceso de selección. Una de las clásicas preguntas en cualquier entrevista es enumerar algunas las debilidades. La terquedad es una de las que más suelen compartir los candidatos.

Sin embargo, se puede elaborar un discurso con éxito, más allá de este rasgo. “Creo que cualquier debilidad tiene su aspecto positivo. Pero depende de cómo se afronte. No es lo mismo comentar ser una persona algo desorganizada, que explicar: Efectivamente siempre he sido algo caótico con mi día a día y por eso utilizo herramientas de planificación que me ayudan a mejorar”, expone Carrera.

3. Admitir errores

“En general, los candidatos tienden a sobrevalorarse, pero no hay nada más potente que admitir en una entrevista que fui despedido porque cometí un determinado error. Es una muestra clara de transparencia, humildad, capacidad de análisis, aprendizaje y madurez, todas habilidades muy valoradas”, explica Carrera ante una de las preguntas que mayor nerviosismo puede despertar entre los candidatos. Según indica, los profesionales tienden a cubrir esa explicación con “llegamos a un acuerdo o hubo una reestructuración”.

Los entrevistadores valoran la capacidad de análisis, aprendizaje y madurez de los candidatos. Getty

Los entrevistadores valoran la capacidad de análisis, aprendizaje y madurez de los candidatos. Getty Ampliar

Por su parte, Seyna Gavilá, experta en recursos humanos, también apuesta por la total transparencia. “Si fue despedido como parte de una reducción del personal no tiene que haber problemas en reconocerlo. Si fue por otros motivos, hay que intentar ser lo más positivo posible. Los motivos de la marcha voluntaria pueden ser varios: por salario, porque sienten que han tocado techo, porque las condiciones que les habían prometido no se han cumplido, por el horario, por el estilo de liderazgo… Las razones pueden ser muchas y el entrevistador intentará deducir la compatibilidad del candidato con la empresa y su futuro comportamiento”, relataba en el blog de Infojobs.

4. Aprender de los defectos

Es fácil hablar de las virtudes, pero cuando se indaga en los defectos es importante saber qué busca el reclutador en la respuesta. “Se espera que sea transparente y, sobre todo en perfiles senior, que explique qué acciones ha tomado a lo largo de su carrera para mejorarlos”, indica Carrera. ¿Cómo salir airoso de esta pregunta? La experta alude a la preparación como la garantía de éxito. “De una manera o de otra es una pregunta que suele aparecer siempre en una entrevista. Se busca un ejercicio de honestidad y de madurez que demuestra que te conoces a ti mismo”, continúa.

La transparencia y la humildad son cualidades que se valoran mucho en una entrevista de trabajo. vgajic / Getty Images

La transparencia y la humildad son cualidades que se valoran mucho en una entrevista de trabajo. vgajic / Getty Images Ampliar

5. Evitar hacer comentarios negativos

Tanto si se ha tenido una experiencia cuestionable en una empresa, con un jefe o un compañero determinado, en la entrevista de trabajo nadie quiere oír comentarios negativos. Por ello, si todavía queda cierto resentimiento o enfado, es mejor no sacarlo a relucir.

“Hay entrevistadores que directamente rechazan a candidatos que hablen mal de sus anteriores jefes o de su empresa, aunque los motivos estuvieran justificados. La razón es que piensan que harán lo mismo cuando se vayan de la siguiente empresa, o simplemente porque sospechen que sea una persona conflictiva. En general, aunque tenga sobrados motivos para quejarse de su anterior jefe recomendamos que no entre en valoraciones de ningún tipo”, advierte Gavilá.

Asimismo, si la pregunta invita a hablar sobre el peor puesto de trabajo que se ha tenido hay que mantener una actitud neutra, aludiendo a que quizá las circunstancias de la empresa no casaban con las personales o simplemente, no se tuvo la habilidad de verlas. “Mi recomendación en este sentido es utilizar un lenguaje cercano, correcto libre, inclusivo y respetuoso hacia todas la partes”, concluye Carrera.

Ser crítica con tus anteriores experiencias laborales no suele ser una buena estrategia. KatarzynaBialasiewicz / Getty

Ser crítica con tus anteriores experiencias laborales no suele ser una buena estrategia. KatarzynaBialasiewicz / Getty

Fuente: http://ow.ly/AvmP30qcBFi